El último de nuestros paseos didácticos transcurrió por el río Alfambra en las proximidades de Teruel, aprovechando la senda que se acondicionó hace ya unos años muy próxima a la ribera. Se trata de un espacio que comparte aspectos propios del paisaje de ribera y aspectos derivados de la fuerte presión ejercida por la acción humana, se puede decir que es un paisaje casi completamente transformado.
Una de las consecuencias de la proximidad y las canalizaciones de agua es la proliferación de huertos. Con los chavales incidimos en la importancia de la realización de un huerto con los máximos criterios ecológicos: Tratamiento de plagas, asociaciones favorables, uso del agua, e importancia de los abonos orgánicos entre otros.
También realizamos una observación de las especies propias de los paisajes de ribera, como sauces, chopos, avellanos... Estas observaciones las recogimos en un cuaderno de campo diseñado para este tipo de excursión.
A través de una lupa especial, también pudimos observar algunos insectos y arácnidos que nos encontramos en el recorrido. Por último en el cuaderno expusimos un apartado de denuncia donde los chicos iban anotando todos aquellos aspectos que estaban fuera de lugar o resultaban nocivos para el entorno.